Xalapa, Veracruz, 25 de mayo 07.- El día de hoy visitamos a nuestro señor obispo emerito Sergio Obeso Rivera varios hermanos de nuestra Comunidad de Renovación “Nueva Jerusalén”, en su oficina para agradecer en nombre toda la comunidad por su acompañamiento durante todos estos años.
Nuestro hermano Rolando dirigió unas palabras:
- Los hermanos que hemos podido venir a verlo queremos agradecerle, primero, su presencia y porque nos ha acompañado durante muchos años como pastor, ha tenido a bien instruirnos, sabemos que es una persona muy cercana a los laicos, es una persona cálida.
Por otro lado, queremos decirle que vamos a seguir tomándolo en cuenta en nuestras oraciones, así como a nuestro obispo electo, Señor Hipólito Reyes Larios.
Muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de estar con usted, y hoy quisimos que estuvieran otros hermanos de la comunidad.
Quisimos plasmar un recuerdo muy sencillo para usted algunos de los muchísimos acontecimientos en los que usted ha participado con nosotros (se le entrega un poster con imágenes de los diversos momentos que participó con la comunidad)
El Señor Sergio nos comenta:
- Con esto recordamos momentos estelares de nuestra vida, después los saboreo con más detenimiento. Veo que le grabaron mi lema: <>.
Yo siempre cuento cuentillos, y les quiero contar este: Un día un padre era predicador en la Semana Santa, y predicó muy bien la Pasión de Cristo, y lo hizo tan bien, que pone a llorar a toda la comunidad y cuando vió a todos llorando les dijo: <>.
La Santa Madre Iglesia nos hace decir a todos en el momento más bello que tiene la iglesia es la celebración de la Eucaristía, nos hace decir, perdónanos Padre porque pequé.
Realmente tienen razón n decir que me he esforzado en pensar en ustedes, y lo digo del Movimiento de Renovación y lo digo de otros grupos en donde el Espíritu Santo se manifiesta, porque cada vez los tiempos están más difíciles, cada vez la sociedad se está paganizando, cada vez hasta los valores universales, sea uno creyente o no, se van perdiendo.
Yo creo que el FUTURO DE LA IGLESIA está en los grupos y movimientos. En la medida que recojan ustedes las palabras del Evangelio, sean luz, sal y fermento. Es así como nosotros podemos seguir siendo colaboradores del Señor.
Siempre estoy dispuesto para asistir a las invitaciones de todos los movimientos porque ellos necesitan que seamos con ellos lo que debemos ser, nada más, pero tampoco nada menos, pastores, es decir, cada uno de ustedes en la vida nos saca ventaja a nosotros desde conocimientos de casa hasta profesionales, pero en lo que no deben sacarnos ventaja es en ser pastores, para eso nos impusieron las manos, nos comunicaron el Ministerio de actuar en la persona, esa es nuestra misión y para eso nos llamaron. Me gusta compartir con ustedes mi amor, sigan como van, sean dóciles al Espíritu Santo, yo pido por ustedes pero también pidan mucho por mi.
Estas fueron las palabras con las que el Señor Obispo se despidió de nosotros con su alegría y sencillez que le caracterizan. (Fuente: InfoJerusalén)